jueves, 2 de junio de 2016

Raquel Delgado



 

Medicina hebrea

La mayor parte del conocimiento que se tiene de la medicina hebrea durante el I milenio a. C. proviene del Antiguo Testamento de la Biblia. En él se citan varias leyes y rituales relacionados con la salud, tales como el aislamiento de personas infectadas (Levítico 13:45-46), lavarse tras manipular cuerpos difuntos (Números 19:11-19) y el entierro de los excrementos lejos de las viviendas (Deuteronomio 23:12-13).[18]
Los mandatos incluyen profilaxis y supresión de epidemias, supresión de enfermedades venéreas y prostitución, cuidado de la piel, baños, alimentación, vivienda y ropas, regulación del trabajo, sexualidad, disciplina, etc.[19]
Muchos de estos mandatos tienen una base más o menos irracional, tales como la circuncisión, la supuesta impureza de las parturientas,[20] impureza de la mujer durante la menstruación,[21] las leyes relativas a la alimentación (prohibición de la sangre y del cerdo), el descanso del Sabbat, el aislamiento de los enfermos de gonorrea y de lepra, y la higiene del hogar.[22]
El monoteísmo hebreo hizo que la medicina fuera teúrgica: Yahvé era el responsable tanto de la salud como de la enfermedad. El monoteísmo en general significa un avance: facilitó el desarrollo de la ciencia al concentrarse el hombre en una sola idea. Terminó con la noción de un dios para cada fenómeno de la naturaleza y cada circunstancia de la vida como lo postulaba el politeísmo. Esto permitió el estudio y la indagación del origen de cada cosa.
La enfermedad puede ser también una prueba divina como en el caso de Job: «Entonces salió Satanás de la presencia de Jehová, e hirió a Job con una sarna maligna desde la planta del pie hasta la coronilla de la cabeza» (Job 2:7). Los hebreos adoptaron preceptos médicos de los pueblos con los cuales tuvieron contacto: Mesopotamia, Egipto y Grecia. En el Talmud se habla del número total de los huesos del hombre. Los hebreos notaron que en el hombre faltaba el báculo (el hueso interno del pene) típico en todos los animales machos.[23] El médico era llamado rophe, y el circuncidador era el uman.

India

Dhanuantari, dios de la medicina, con cuatro brazos y atributos que lo igualan al dios Visnú.
Hacia el año 2000 a. C. en la ciudad de Mojensho-Daro (en la actual Pakistán), todas las casas disponían de cuarto de baño y muchas de ellas también poseían letrinas. Esta ciudad es considerada la más avanzada de la Antigüedad en lo que a higiene se refiere. Esa cultura del valle del Indo (Pakistán) desapareció sin dejar herencia en las culturas posteriores de la India.
El periodo védico (entre el siglo XVI y el [[siglo VII a. C.|VIII a. C.) fue una era de migraciones y guerras, que dejó textos como el Rig-veda (el texto más antiguo de la India, de mediados del II milenio a. C.), pero demuestra la ausencia completa de conocimiento médico.
En el período brahmánico (siglo VI a. C. a X d. C.) se formularon las bases de un sistema médico. Las enfermedades eran entendidas por los hinduistas como karma, un castigo de los dioses por las actividades de la persona. Pero, a pesar de su componente mágico-religioso, la medicina hinduista aiurveda realizó algunos aportes a la medicina en general, como por ejemplo, el descubrimiento de que la orina de los pacientes diabéticos es más dulce que la de los pacientes que no padecen esta patología.
Para poder diagnosticar una enfermedad, los médicos aiurvedas realizaban una exploración minuciosa a los pacientes, en la que se incluía la palpación y la auscultación. Una vez emitido el diagnóstico, el médico daba una serie de indicaciones dietéticas.
Los dos textos más famosos de la medicina tradicional india (aiurveda) son el Cháraka-samjita (siglo II a. C.) y el Súsruta-samjita (siglo III d. C.).
La primera escuela, Charaka, se basa en la mitología, pues dice que una divinidad bajó a la tierra y al encontrarse con tantas enfermedades dejó un escrito sobre como prevenirlas y tratarlas. Más adelante esta escuela se basaría en la creencia de que ni la salud ni la enfermedad son parte de lo que las personas deben vivir y que con esfuerzo la vida se puede alargar. Esta escuela es parecida a la medicina moderna en el ámbito de tratar las enfermedades crónicas. Uno de los mayores esfuerzos de esta escuela era mantener la salud del cuerpo y la mente ya que, según sus creencias, se encontraban en constantes comunicación.
Según Cháraka, ni la salud ni la enfermedad están predeterminadas (lo cual contradecía la doctrina del karma predominante en el hinduismo de la época), y la vida puede ser alargada con algo de esfuerzo.
La segunda escuela, Súshruta, basó sus conocimientos en especialidades, técnicas conformadas para curar, mejorar y alargar la vida de las personas.

China

 
La medicina tradicional china surge como una forma fundamentalmente taoísta de entender la medicina y el cuerpo humano.
El tao es el origen del universo, que se sostiene en un equilibrio inestable fruto de dos fuerzas primordiales: el yin (la tierra, el frío, lo femenino) y el yang (el cielo, el calor, lo masculino), capaces de modificar a los cinco elementos de que está hecho el universo: agua, tierra, fuego, madera y metal.
Esta concepción cosmológica determina un modelo de enfermedad basado en la ruptura del equilibrio, y del tratamiento de la misma en una recuperación de ese equilibrio fundamental.
Uno de los primeros vestigios de esta medicina lo constituye el Nei jing, que es un compendio de escritos médicos datados alrededor del año 2600 a. C. y que representará uno de los pilares de la medicina tradicional china en los cuatro milenios siguientes.
Una de las primeras y más importantes revisiones se atribuyen al emperador amarillo, Huang Di. En este compendio se encuentran algunos conceptos médicos interesantes para la época, especialmente de índole quirúrgica, aunque la reticencia en estudiar cadáveres humanos parece haber restado eficacia a sus métodos.
La medicina china desarrolló una disciplina a caballo entre la medicina y la cirugía denominada acupuntura: Según esta disciplina la aplicación de agujas sobre alguno de los 365 puntos de inserción (o hasta 600 según las escuelas) restauraría el equilibrio perdido entre el yin y el yang.
Otro aporte de la medicina china fue la pulsología que, pese a desconocer la circulación encontraron 11 pulsos diferentes y con tres presiones distintas (un total de 33 pulsos conocidos).[cita requerida]
Varios historiadores de la medicina[24] se han cuestionado el motivo por el que la medicina china quedó anclada en esta visión cosmológica sin alcanzar el nivel de ciencia técnica a pesar de su larga tradición y su amplio cuerpo de conocimientos, frente al modelo grecorromano clásico.
El motivo, según estos autores, se encontraría en el desarrollo del concepto de logos por parte de la cultura griega, como una explicación natural desligada de todo modelo cosmológico (mythos).
Con la llegada de la dinastía Han (220-206 d. C.), y con el apogeo del taoísmo (siglo II a VII d. C.), se empieza a enfatizar los remedios vegetales y minerales, los venenos, la dietética, así como las técnicas respiratorias y el ejercicio físico.
De esta dinastía, y hasta la dinastía Sui (siglo VI) destacaron los siguientes sabios:
  • Chun Yuyi: De sus observaciones se desprende que ya sabían diagnosticar y tratar enfermedades tales como la cirrosis, las hernias y la hemoptisis.
  • Zhang Zhongjing: Fue probablemente el primero en diferenciar la sintomatología de la terapéutica.
  • Hua Tuo: Un gran cirujano multidisciplinar a quien se le atribuye las técnicas de narcosis (Ma Jue Fa) y de aberturas abdominales (Kai Fu Shu), así como de la sutura. También se centró en la obstetricia, en la hidroterapia y en ejercicios de gimnasia (Wu Qin Xi).
  • Huang Fumi: Autor de Zhen Jiu Yi Jing, un clásico sobre acupuntura.
  • Wang Shu He: Autor de Mai Jing, un clásico sobre la toma del pulso.
  • Ge Hong: alquimista, taoísta y fitoterapeuta que desarrolló métodos de longevidad basados en ejercicios respiratorios, dietéticos y farmacológicos.
  • Tao Hongjing: experto en remedios farmacológicos.
La acupuntura, una técnica milenaria que la medicina china actual emplea todavía.
Durante las dinastías Sui (581-618) y Tang (618-907) la medicina tradicional china vive grandes momentos.
En el año 624 fue creado el Gran Servicio Médico, desde donde se organizaban los estudios y las investigaciones médicas.
De esta época nos han llegado descripciones muy precisas de multitud de enfermedades, tanto infecciosas como carenciales, tanto agudas como crónicas.
Y determinadas referencias dejan entrever un gran desarrollo en especialidades como la cirugía, la ortopedia o la odontología.
El médico más destacable de este periodo fue Sun Simiao (581-682).


Durante la dinastía Song (960-1270) aparecen sabios multidisciplinares como Chen Kua, pediatras como Qian Yi, especialistas en medicina legal como Song Ci, o acupuntores como Wang Wei Yi.
Poco después, antes de la llegada de la dinastía Ming, cabe destacar a Hu Zheng Qi Huei (especialista en dietética), y a Hua Shuou (o Bowen, autor de una relevante revisión del clásico Nan Jing).
Durante la Ming (1368-1644) aumentaron las influencias de otras latitudes, médicos chinos exploraron nuevos territorios, y médicos occidentales llevaron sus conocimientos a la China.
Una de las grandes obras médicas de la época fue el Gran Tratado de Materia Médica de Li Shizhen.
También cabe citar al acupuntor Yang Jizou.
A partir del siglo XVII y XVIII, las influencias recíprocas con Occidente y sus avances técnicos, y con las diferentes filosofías imperantes (por ejemplo el comunismo), acaban de conformar la actual medicina china.

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